Impartir justicia tiene un carácter abstracto y más aún cuando se trata de un deporte. En la F1, de esto se encarga la FIA, desafortunadamente, no siempre de la manera más acertada.
Sin embargo, en los últimos años esta labor ha sido muy polémica debido a las decisiones que han tenido gran impacto en la definición de campeonatos, carreras y hasta el mismo estilo de conducción y respeto en pista de los mismos pilotos. Todo ello, puede ser una de las razones por las que el espectáculo de la Fórmula 1 se está marchitando poco a poco, y se hace más visible en una temporada de completa hegemonía de Piloto-Escudería donde la emoción se concentra más en el circuito y no en el campeonato
La FIA y su papel en el automovilismo
Todo lo anterior, motiva a analizar el papel que juega la FIA dentro del deporte y por qué cada vez se convierte en un actor antagónico que se aleja de la imparcialidad. La FIA es una organización mundial sin fines de lucro y una asociación internacional que reúne Asociaciones de Automovilistas, Clubes de Turismo y Federaciones nacionales de automovilismo y deportes a motor.
Para poder iniciar esta discusión, es importante tener presente cuales son los objetivos de La Federación. Para ello, debemos remitirnos al artículo 2 del Estatuto Oficial de la FIA, en sus numerales 2.3 y 2.4, la cual exhibe que la obligación de “promoción del desarrollo del deporte a motor, haciendo cumplir las normas comunes y el funcionamiento justo y equitativo…”. Además, de “desarrollar, regular y controlar y hacer cumplir la disciplina en cada uno de los deportes de motor”. También, su función jurisdiccional en el deporte se encuentra consagrada en el artículo 2.6 “El ejercicio de jurisdicción en relación a controversias de carácter deportivo … que hayan infringido las obligaciones establecidas por el código deportivo Internacional”. Lo anterior es destacable para poder dimensionar su masivo poder de autoridad dentro de la Fórmula 1.
Ahora bien, La FIA es la máxima autoridad en deporte, y la Formula 1 es la competición más importante a nivel mundial. Por lo tanto, el impacto de cada decisión dentro de la competición implícitamente se convierte en la guía para las demás categorías a nivel mundial. A pesar de ello, estas decisiones muchas veces dejan bastante polémica que empañan el espectáculo ofrecido en la pista y hay bastantes ejemplos de ello.
Máxima protección al piloto que tiene el interior
En primer lugar, tenemos uno de los adelantamientos que marcaron un antes y un después frente al estilo de conducción actual. En el GP de Austria en 2019, fue testigo de la batalla por la victoria entre Leclerc y Verstappen, la cual quedó sujeta a una posible sanción o no por parte de la FIA. Todo sucedió porque luchando en la curva tres del circuito, Max obliga a Charles a salirse de la pista y con ello perder tiempo que era imposible de recuperar a tan solo 2 vueltas del final.
Esta acción se demoró 3 horas en convertirse en la decisión que rompió con los anteriores antecedentes, debido a que se concluyó que era un simple incidente de carrera ya que el holandés únicamente se estaba protegiendo. Esto generó consecuencias a futuro en los próximos años, ya que se empezó a proteger de manera exagerada el piloto que tiene el interior en pista y eliminando cualquier posibilidad de una lucha respetando al piloto rival.
Tanto fue el impacto de esta decisión que pudimos ser espectadores de una lucha por un campeonato en 2021 en donde la agresividad de los pilotos nos impidió ver tan solo una única batalla en pista. En la actualidad, no hay casi ningún piloto que deje espacio y no obligue a su rival a salirse de pista si desea adelantarlo, implicando menos adelantamientos en curvas limitándose a adelantar en recta, así la mayoría de los casos.
Vacíos Normativos
En segundo lugar, los “grises” o vacíos normativos en los últimos años han ocasionado las definiciones del campeonato de pilotos de 2021 y 2022 con la dirección de carrera de la FIA como protagonistas. En primera medida, en 2021 se observó como en las últimas vueltas de la definición del campeonato estuvo a cargo la decisión transcendental del año por la falta de normativa clara, más allá si fue o no legal. Para no ahondar en campeonatos polémicos, en 2022 Max Verstappen celebró de la forma más anticlimática su segundo campeonato mundial, en razón a la nueva normativa y entrega de puntos por carrera que no logra finalizar de forma completa. Tomo estos ejemplos debido al alto grado de consecuencias que generó en un campeonato y que quedan grabadas en los libros de historia, de lo contrario, podría ser un artículo lo suficientemente largo como para esperar el Gran Premio de Bélgica en 2021.
Desangrando la esencia de la F1
En último lugar, manchar por dinero la esencia de la competición. Y que mayor ejemplo que este último Gran Premio de Catar, donde se plasmó de forma inhumana, negligente e incompetente por parte de la FIA su “compromiso” por el deporte y la seguridad de los pilotos. Si bien la FIA es aquel organismo encargado de la seguridad mundial en el mundo motor, se demostró todo lo contrario, al no prever la complejidad del asfalto y en consecuencia el desgaste de los neumáticos, así como las extremas temperaturas que se podrían vivir en esta época del año. Lo anterior desencadenó en afectaciones graves a la salud de los pilotos, en especial Ocon, Stroll y Sargeant, los cuales llevaron a la cúspide su estado físico al soportar temperaturas de 60°C durante la carrera. Sin embargo, Catar no es el único Gran Premio donde se sacrifica los objetivos por dinero, puesto que encontramos, a Emiratos Árabes, Miami y por supuesto, Las Vegas. Estos GP´s se encuentran desangrando el deporte frente a la calidad y generando el riesgo de convertir a la Formula 1 en un deporte que se arrodilla al consumo y no frente a sus valores.
Lance Stroll luego de terminar el GP de Catar 2023.
Conclusiones parciales
En conclusión, La FIA juega un papel importante en el deporte y su forma de actuar bastante discutible ha conllevado, en cierta medida, a desmotivar a la nueva generación como la antigua. Toda vez, que el espectáculo ofrecido en la actualidad se encuentra impregnado por el drama artificial, dinero y poder, dejando a un lado la deportividad y competencia, valores fundamentales y preliminares de la competición. Lo anterior puede explicar, en un grado abstracto, las razones por las cuales este año las redes sociales de Formula 1 no han crecido y por las que muchos nuevos espectadores que llegaron por el efecto “drive to survive” no se han logrado enamorar de la competencia y mantenerse.
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