El pasado GP de Italia: la mezcla de emociones, adrenalina y velocidad se vieron opacadas por una cascada de decisiones erróneas y recurrentes.
Safety Car durante las últimas vueltas del Gran Premio de Italia. (Fuente: gazzetta.it )
Tal y como lo dice la Ley de Murphy: “Todo lo que puede salir mal, saldrá mal”. Y esta es una constante que envuelve tanto a los comisarios de cada carrera como a la FIA, ante la incertidumbre de cualquier acontecimiento anormal que pueda suceder durante las competencias.
Y sí, aunque los comisarios son seres humanos y son propensos a cometer errores, ellos llevan dichas probabilidades al extremo, teniendo casos aislados pero manejados de una forma poco ortodoxa, o al menos, fuera de la lógica de cualquier conocedor del deporte motor.
El ejemplo más claro de esta situación fue el final de carrera del Gran Premio de Italia, en Monza, “El Templo de la Velocidad”, el cual, irónicamente, tuvo uno de los finales más lentos y aburridos de la presente temporada. Y es que, para nadie es un secreto que en las carreras donde el líder va a 2 días de distancia de los demás competidores, un Safety Car o Virtual Safety Car son ese toque picante, esa dopamina que le da una sensación más llamativa y frenética a la competencia (salvaguardando la vida de los deportistas, claro está).
Sin embargo, para efectuar una movida tan poderosa, se requiere de gran responsabilidad, agilidad y presencia en el lugar de los hechos, características que los organizadores de carrera no tuvieron en ningún momento del evento, e incluso, llegando a tener los adjetivos opuestos a los mencionados anteriormente.
Ahora bien, como dicen popularmente: ¿Y el contexto? Pues bueno, se disputaba la vuelta 47, Max Verstappen tenía una ventaja de 17 segundos sobre Charles Leclerc, diferencia que oscilaba, pero no era suficiente para alcanzar al neerlandés. Se estaban dando batallas individuales para sumar puntos, como lo fue la lucha entre Pierre Gasly, Nyck de Vries y Guanyu Zhou, por la novena posición.
¿Los campeones? Hamilton estaba en la sexta posición, con una carrera sobresaliente teniendo en cuenta su salida desde el fondo de la parrilla. Vettel y Alonso se retiraron por diferentes problemas técnicos, tanto en el monoplaza del Aston Martin, como en el Alpine de “El Plan”.
Daniel Ricciardo presentando problemas técnicos en su McLaren. (Fuente: foxsports.com )
El carismático, pero poco consistente Daniel Ricciardo presentó fallas en su monoplaza, a tan solo 20 METROS de la salida logística más cercana, provocando una bandera amarilla y su consecuente Safety Car. Sí, se estaban llenando de emoción los asistentes en las tribunas por el relanzamiento de la carrera, pero la incompetencia de los operarios para retirar el vehículo, en conjunto con una comunicación nefasta, provocaron que se perdieran 4 vueltas de adrenalina y velocidad.
¿Por qué? Sencillo. La desorganización del evento generó que no se tuviera alguna grúa cerca para retirar el monoplaza, y no contentos con eso, al momento en que entraron para moverlo, casi chocan con Nicolás Latifi, quien tomó la curva un poco más abierta de lo normal. Mientras esto sucedía, tal parece que los encargados de vigilar e instruir a los operarios estaban distraídos con algo más importante, o al menos, más llamativo, como para no desplegar una bandera roja.
Pero bueno, al menos quedaría una vuelta para que los rezagados adelantaran el auto de seguridad y se reanudara la carrera, ¿cierto…? Pues no, el tormento no terminaría. Ante la mirada de desaprobación de miles de fanáticos en Monza, el auto de seguridad solo permitiría adelantar a unos cuantos pilotos, dejando 3 monoplazas entre el Red Bull y Ferrari, y, por ende, finalizando la carrera como si de un somnífero se tratara, directo a la cama.
Nyck de Vries disputando la última zona de puntos con Guanyu Zhou. (Fuente: uksport.news)
¿El lado positivo? El recién ingresado Nick de Vries sumaría sus primeros puntos a bordo de un Williams, dando un abrebocas de lo que es capaz de hacer en la F1.
Y pensar que todo este caos fue gracias a la falta de FIAbilidad.
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