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Foto del escritorNicolás Camacho

El surgir del maestro y el campeón


Samuel Acosta es un joven piloto de Sim Racing colombiano (automovilismo virtual) de 21 años, que está viviendo el sueño de representar a su país y hacer lo que más le gusta, competir y demostrar que es el mejor.


Lugar, Bogotá. Sitio, una habitación con paredes blancas y una luz fuerte proveniente de una pantalla de computador. La tensión se siente en el ambiente y el reloj corre, con el característico Tic Tac que no hace más que recalcar una cosa, Samuel estaba quedando eliminado. Estas fueron las clasificatorias para el Mónaco Sim Racing World Cup y el panorama fue el siguiente:


Solo hay dos cupos para clasificar y quedan 20 minutos para que se termine la sesión. Samuel Acosta se encontraba en el Top 3, con el problema que solo los dos primeros podían clasificar. Corría el tiempo y el Circuito de Mónaco (pista de la clasificación) siguió demostrando porqué es uno de los trazados más técnicos, donde mejorar los tiempos solo es posible superando la perfección. La práctica estaba, sin embargo, Samuel vuelta tras vuelta veía como su sueño se escapaba por tan solo milésimas de segundo. El estrés y preocupación comenzaban a dominarlo. El maestro estaba cansado, pero el momento fue tan perfecto que el campeón salió a la luz dejando al bogotano en un momento de serena calma y casi poseído por Ayrton Senna marcó el tiempo que necesitaba: 1.34.036. Tiempo justo y necesario para ser el segundo piloto clasificado en América Latina y uno de los pilotos que, el 23 de octubre, participó en este prestigioso campeonato. Al respecto, se puede mencionar que su talento se reafirmó cuando en el desarrollo de esta competencia, logró ser el sexto mejor piloto contra otros competidores de altísimo nivel, manteniendo la regularidad suficiente en cuatro carreras, donde incluso venció al rival latinoamericano que pasó en primer lugar la clasificatoria a esta edición de la Mónaco Sim Racing World Cup.




Una carrera contra el destino


Todas las personas del mundo sueñan: dormidas, despiertas, en grande, en pequeño, pensando en hoy o en el mañana. Este es para muchos ese espacio para dejar volar la imaginación con cosas que nunca sucederán, pero para otros, es simplemente proyectar ese futuro que en un tiempo será presente. Samuel Acosta siempre quiso ser deportista y como casi todo colombiano, su primera parada fue el fútbol. La ilusión de ir a la cancha y ser vitoreado por su equipo y odiado por el rival, fue su ilusión durante bastante tiempo. Sin embargo, no duró demasiado ya que futbolistas hay muchos y por más que era bueno, el destino no lo fue con él.

El sueño del fútbol se evaporó más o menos a principios del año 2020, y afortunadamente (ya se sabrá por qué), dejó un vacío para este joven de, en ese entonces, 19 años que era recién graduado del colegio. A Samuel siempre le gustaron los videojuegos y eso lo supo enlazar a los deportes con el clásico FIFA y también con el Fórmula 1 2019.


Samuel, que alguna vez soñó con el fútbol, fue participe inconsciente de la ruleta de la vida. Aquella malintencionada dinámica que consiste en dar y quitar oportunidades bajo condiciones que nadie entiende y que solo quien de verdad tiene vocación, aprovecha. En este caso, la ruleta le dio a Samuel tres señales que a simple vista no tienen relación alguna entre sí. Le dio un momento, que fue la pandemia y la cuarentena por COVID que encerró a la población mundial en sus casas; le dio una oportunidad, que fueron los videojuegos desde la amplia gama de posibilidades que ellos representan; y le dio un don, representado en ser un reloj suizo al volante y a más de 300 KM por hora.

Este rompecabezas de pandemia, videojuegos y reloj suizo super veloz, no es fácil de armar. Un muchacho de su edad que padeció la pandemia en su casa pudo ponerse a jugar Call of Duty y desperdiciar su potencial con un juego en el que su aspiración era divertirse solamente. Otro joven también pudo empezar a jugar FIFA noche tras noche limitándose a enfrentar a sus amigos para demostrar ser el mejor entre ellos, pero nada más.

Aquí empieza la historia de Samuel Acosta, quien a sus 19 años se vio encerrado en pandemia y decidió jugar F1 2019, dedicando un talento innato y muchas horas de su tiempo al juego correcto. Un videojuego donde la victoria depende completamente del piloto y donde, desde el primer instante, en el disco se grabó el nombre Samuel Acosta como uno de los talentos más prominentes del Sim Racing Colombiano.


A toda velocidad y sin rival


Samuel Acosta es un bogotano con múltiples títulos en el Sim Racing y una prometedora carrera en el automovilismo. Iniciando su trayectoria en 2019, su palmarés arrancó por la Nitro Simracing (liga colombiana de Sim Racing). La Nitro es básicamente su alma máter, una liga donde ya ha acumulado 43 participaciones de las que ha ganado 8, sumando 16 podios y 5 vueltas rápidas. Su gran trabajo en esta liga le abrió las puertas a más campeonatos donde la victoria es lo único que concibe con los siguientes logros:

  • Bicampeón de la liga LIGCO Colombia

  • Bicampeón liga Real Racing Colombia

  • Bicampeón Liga Fórmula Racing Sudamérica

  • Segundo lugar en Copa Colombia de Fórmula 1 2020

  • Campeón Colombia F1 Racing League

  • Tercer lugar torneo presencial Vecino Alquila F1

Esta larga lista de títulos conlleva varios aspectos no evidentes a simple vista. En cada campeonato de Fórmula 1 hay un promedio de 20 pilotos. Es decir, por lo menos 200 de ellos se han enfrentado a Samuel y él ha hallado la forma de vencerlos o por lo menos, llevarlos al límite. También, hay que destacar que no todos han sido colombianos pues ya fue bicampeón de ligas a nivel Sudamérica y actualmente es uno de los representantes del continente en Sim Racing.


El gran nivel de Samuel y la gran repercusión que ha generado le han permitido sumar dos sueños más, al gran objetivo que es el automovilismo. El primero, ser uno de los dos pilotos representantes de Latinoamérica al Mónaco Simracing World Cup, un evento al cual fue invitado con todos los gastos pagos y donde enfrentó a pilotos de Europa, Asia, Oceanía y África. El segundo, poder trasladar su talento en Sim Racing hasta los vehículos reales, específicamente en karting.



Uno de los logros que tiene el bogotano es una fantasía hecha realidad y es pasar de competir en un simulador a competir con Karts en la Karting Tillotson Colombia y ganar en su primera carrera. La única diferencia de esto con los esports es que para competir cuesta dinero mientras que en los videojuegos no. Sin embargo, para su carrera es bastante remarcable ganar en el debut debido que, para saber cómo llegamos aquí, es importante destacar que no es el primer debut victorioso que Samuel Acosta tiene en su carrera.


En el 2020 Samuel decidió jugar el F1 2019 inicialmente movido por el amor hacia el deporte. Este joven inició queriendo conocer algo nuevo y en esa experiencia quiso embarcarse en un campeonato virtual. Esto de por sí es un gran salto ya que conducir contra la IA (Inteligencia Artificial) si bien es cuestión de adaptación, no es difícil hacerlo. Mientras que competir contra personas es un mundo completamente distinto, puesto que lo que reina es la incertidumbre de lo que hará el rival.

Este bautizo en los deportes electrónicos comenzó en un “veremos a ver qué pasa” debido a que el formato de la liga era de cuatro divisiones y Samuel debía clasificarse en una de ellas. Sus expectativas eran de una cuarta división, pero su talento le dijo “te irá mejor en primera”. Samuel se clasificó en la ‘División 1’ y para su sorpresa, fue campeón esta misma temporada contra pilotos más experimentados y con más trayectoria. Aquí hay que hacer una salvedad y es que ser campeón en la mejor categoría y en el debut, es algo que requiere práctica y disciplina. Para el debutante bogotano, estos dos conceptos no eran tan familiares, pero fue justamente este logro el que le añadió estas costumbres que todo campeón comprometido debe tener y cultivar.


De esta manera los títulos comenzaron a llegar y los sueños se empezaron a transformar. Poco a poco su horizonte dejó de ser la Fórmula 1 y empezó a expandirse a otros videojuegos como el iRacing o el Asseto corsa; que son simuladores más reales y que Samuel incluyó en su repertorio buscando demostrar que él no solo sabía de Fórmula 1.


La práctica hace al maestro y la paciencia al campeón


En deportes como este, en que la exactitud y la avidez son cruciales, es necesario también tener la suficiente práctica para ganar, pero también la paciencia para dominar. La rutina de entrenamiento de Samuel roza lo predecible, pero se mantiene en la incertidumbre donde lo practicado 2 horas antes de cada carrera puede resultar en un fracaso por incidentes en la carrera o cosas que se salen del control del piloto. Sobre su rutina de entrenamiento, Samuel afirma:


“Para el Fórmula 1, dos horas antes de la carrera estoy preparándome en el circuito. Hago simulaciones con tanque vacío, pruebo diferentes neumáticos, me siento a configurar el carro para hacerlo más veloz y muchas otras cosas que garanticen que voy a estar preparado para competir”.

Una vez cumplido este programa de entrenamiento, inicia la carrera y ya lo practicado sienta su confianza en la paciencia de escoger los momentos adecuados para que el maestro le permita soñar al campeón con la victoria absoluta. Vale la pena destacar que, actualmente, Fórmula 1 no es el juego al que más tiempo dedica Samuel, pues otros como iRacing o Asseto Corsa ocupan la mayoría del tiempo del piloto, donde les dedica 8 horas diarias, de lunes a jueves.


La mejor forma de ilustrar esta dinámica entre el maestro y el campeón fue en la Mónaco Simracing World Cup, donde, como se narró al principio, Samuel demostró de lo que es capaz y el potencial que tiene para competir con pilotos de todo el mundo. Este campeonato muy seguramente está marcado en la historia como uno de los más representativos para Samuel Acosta, no solo para los esports colombianos sino también para su historia personal.

La ruleta de la vida encontró a uno de sus competidores, a uno de esos que le gustan los retos y apasionarse con ellos. Encontró a un piloto que supo tomar un momento de incertidumbre como lo fue la pandemia y lo convirtió en una participación memorable a un torneo patrocinado por la Mónaco Esports Federation. Este es Samuel Acosta, un colombiano de 21 años que compite con la vida por ver quien es más rápido y que vive demostrando que un gran campeón puede nacer en una sala de estar y recorrer el mundo con solo internet y un videojuego.



Todo el material audiovisual en esta nota fue suministrado por el equipo de prensa de Samuel Acosta.


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